
Portada tomada de su bandcamp oficial.

Utópico de Cáncer es el primer disco de larga duración del cantautor bogotano Andrés Correa, marcando así (creo que sin saber la transcendencia que hoy tiene) su entrada al campo comercial musical independiente de Colombia. Un disco que marca finamente sus influencias por la música argentina de la época como Fito Páez y Charly García.
“Muchas historias se pueden contar al tratar de mostrar mi música”, comento Andrés en cierta ocasión al hablar sobre su recorrido. Y recalca: “Todo ha sido a punta de trabajo arduo”.
Y nos vamos para el disco.
“Utópico de Cáncer” nombre del disco y primera canción que suena energía, expresión a los malestares cotidianos de la ciudad capitalina con la que convive, “Las miserias, los comandos, las putas y los condenados / los del bar, los temerarios, la PM, el septimazo”, paseos de músico para esa época varado que buscaba el son para arrancar. Tonadilla de emisora.
Sigue con “Circulo vicioso”, que dice: “Así es que tal vez ya no quede nada más / que regresar a casa a naufragar”, y “Ser Sin Ti”: “Si me rindo sin luchar / Si esta lucha nos va a desangrar”, canciones de desamor y penumbras ante el circulo venenoso del sentimiento universal, la incertidumbre de abordar algo que puede o no durar, a lo que enfrentamos y la no búsqueda de los cambios que conlleven a sentirnos mejor.
Luego, a la diversión con “Porno” – “Mejor quedarse tirado en la cama viendo / Porno, porno, por no, porque si, porque” una parodia y división entre lo que deseas y haces como hombre, tus dos cabezas y un motor.
Ahora si, el amor. Con una exquisita lírica de compasión, conquista y alegoría “Cada Vez”, un romántico show que describe con el llamado de su musa “Ven ¿Ves?, en mi latido / un sueño también hay”.
Una de mis preferidas “Pájaro”, que resuena el escuchar la trompeta que llama a la angustia y de saber a donde estoy y para donde vamos “El cielo ha desplegado un velo de bruma / Su norte se ha extraviado entre la negrura / Que aguda cima tras la niebla le aguardara”.
Del limbo pasamos a lo banal “Parapata” en Jazz, donde tacha lo superficial, las malas costumbres de una sociedad elitista e imágenes negativas hacia la mujer como mercancía y el pensar ellas en forma tardía en las consecuencias de ser la “perra” de alguno(a) donde los valores son una mierda hoy, “El mas exótico placer / en una esquina de Paris / embajadora de la Colombie”.
Llegamos a lo mejor a lo autóctono “Fiebre de Chucu Chucu” un Folk de plato típico bien cumbiometro, combinado de sabor salsero y roquero que menciona al “Putas” un personaje de terror pueblerino “Nos va a llevar, nos va a llevar / el putas nos va a llevar”. Pura actitud de Chucu Chucu donde quiera.
“Más Allá” triste, misteriosa, profunda y marcada con hilos de estirpe “Sangre de tu sangre/ corre por tus manos/ sangre de tu hermano”.
Y nuevamente “Utópico de Cáncer”, con la gran diferencia, que esta contiene una estrofa poética de simple protesta social. (Canción extendida y vetada para los medios) y que para finalizar “Monstruo” un excelente Bonus Track “infantil” que nos lleva a jugar en el piso con carros, soldados, chocoritos y muñecas de trapo. La canción con la que llegue a conocer a este cantautor.
Puntuación: 9.0
Reseña también publicada en Revista Metrónomo – Bogotá.
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Texto: La Música En Venas @LaMusicaEnVenas